El Estatuto actual del Banco de la Nación, aprobado mediante Decreto Supremo N° 07-94-EF, lo faculta a prestar servicios financieros a entidades públicas, trabajadores y pensionistas del Estado y a la población en general, sólo donde las entidades financieras privadas no tengan presencia.
Mediante el Proyecto de Ley presentado por el Ejecutivo al Congreso que contiene el pedido de facultades legislativas, el Gobierno busca dictar medidas para el fortalecimiento del Banco de la Nación (BN), ampliando sus funciones dentro del rol subsidiario del Estado, con el fin de otorgar financiamientos directos e indirectos a las micro y pequeñas empresas, y a beneficiarios de Programas Sociales del Estado, como lo realizan las entidades financieras privadas.
En ese sentido, el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), propone desarrollar medidas para fortalecer la gobernanza del BN y ampliar sus funciones a fin de proveer financiamiento a los sectores no atendidos por la banca privada con un enfoque de inclusión financiera y digitalización.
José Carlos Chávez, presidente ejecutivo de la entidad, señaló en conferencia de prensa brindada ayer, que el proyecto de ley busca financiar a las pequeñas empresas que aún no son atendidas, trabajando en conjunto con las microfinancieras bajo un enfoque de inclusión. Para ello, refiere, es necesario que estas [nuevas] funciones estén precisadas en una ley.
“Es importante el fortalecimiento institucional del Banco de la Nación, su gobernanza. La entidad ahora es regulada por la SBS y el FONAFE, pero se requiere agilidad porque esto tiene un enfoque de inclusión y un medio importante es la digitalización”, dijo Chávez.
Para el funcionario de la entidad, ese desafío tecnológico debe cumplir con las regulaciones específicas y agilidad necesarias. Además, el ministro de Economía, Pedro Francke, informó que no se utilizaría dinero del erario y que los recursos se tomarían de las utilidades del BN.
Sobre la solicitud de ampliación de funciones, Luis Alberto Arias, expresidente ejecutivo del BN, aseguró que actualmente esta entidad estaría en la capacidad de complementar a la banca privada fortaleciéndose y manejando productos financieros como transacciones básicas, el pago de servicios públicos, entre otros.
“Creo que debe empezar por ahí. [La entidad] no está preparada o tomaría mucho tiempo construir una nueva entidad y convertirla en un banco de tipo comercial. No creo que ese sea el rol del banco en el Perú. No tiene sentido que el Estado realice funciones que el sector privado ya cubre”, dijo.
Agregó que el banco no cuenta con el recurso humano porque no tiene expertise de banca comercial y tendría que contratarlo o formarlo para competir con la banca privada.
Para Carolina Trivelli, representante del Ejecutivo ante el directorio del Banco de la Nación, los roles del banco se deben mirar en dos dimensiones: la propuesta de ampliación de actividades y que el proceso requiere tiempo.
“Es una medida interesante, porque puede permitir que haya oferta de productos crediticios en zonas donde no opera ninguna entidad del sector financiero. Así también, el BN, como señala la propuesta, requiere algunos cambios sobre cómo opera y no lo hará en pocos meses, es importante destacar eso”, añadió.
Trivelli dijo que el cambio tiene que hacerse asegurando que no se quiten recursos humanos, financieros y operativos que hoy están destinados a otras actividades de la entidad como la generación de la llamada cuenta DNI o de los esfuerzos que está haciendo por mejorar la atención a sus usuarios o su proceso de digitalización.
Con otro punto de vista, David Tuesta, exministro de Economía y Finanzas, señaló que no se ha hecho un buen análisis del costo – beneficio del uso de los recursos que se usarán para que el BN cumpla un rol de empresario.
“El BN pretende, con las cuestionables capacidades institucionales que tiene el Estado, entrar a una actividad muy compleja como es la bancaria, proveyendo servicios para los que no está especializado”, anotó.
Asimismo, señaló como un negocio de alto riesgo el que el BN empiece a brindar préstamos directos a microempresas y proveedores del Estado. “Se requiere de tecnología y un marco innovador de alta intensidad de recursos, y mucho capital humano. No basta solo con el desarrollo digital”, aseveró Tuesta.
En esa línea, Juan José Marthans, director de Economía del PAD de la Universidad de Piura, anotó que la referida medida debe ser evaluada con mucho cuidado porque, hasta lo que se señala, no se pretende romper el rol subsidiario del Estado. Las facultades del Banco de la Nación estarían concentradas en desarrollar procesos de intermediación y bancarización dentro de zonas y poblados que no estén provistos del sistema financiero privado.
Para el economista, más que competir con el sistema microfinanciero, se tiene que acentuar el proceso de bancarización en zonas donde no haya presencia financiera, auspiciado con recursos del BN.
“Propiciar una presencia del BN sin la experiencia y conocimiento de la tecnología microfinanciera, le demandará tiempo y recursos para introducirse con relativo éxito en esas zonas”, anotó Marthans.
No es fácil crear mercados en esos frentes, indicó, por lo que debe buscarse la presencia complementaria y que el proceso de bancarización sea liderado por entidades especializadas en microfinanzas.