Fuente: El Comercio
Especialistas coinciden en que es necesario atraer al gran porcentaje de independientes e informales que hoy no aportan a ningún sistema previsional. Además, es importante que las personas tengan claro para qué ahorran.
La reforma integral de un sistema de pensiones en el Perú ha sido un tema ampliamente discutido y existe consenso sobre su importancia. Durante la mesa redonda “El Perú del siglo XXI: La esperada reforma del sistema previsional”, organizada por El Comercio y APOYO Consultoría, se concluyó que es hora de hacer un cambio relevante en el sistema previsional que incorpore las nuevas tendencias del mercado laboral, así como la inclusión del segmento independiente e informal de la población.
Sobre estas nuevas tendencias, Alice Gutiérrez, directora de ahorro para el retiro SURA Asset Management, explicó que el sistema de pensiones no es independiente sino trasversal, es decir, forma parte de un ecosistema y, por tanto, se debe analizar la flexibilización de la contratación laboral y los hábitos de las nuevas generaciones a la hora de buscar un empleo. “No quieren puestos de trabajo 24/7. Entonces, hablar de pensiones es hablar de políticas alrededor de la educación, de la salud, incluso”, agregó.
Por su lado, Noelia Bernal, investigadora del CIUP y profesora del Departamento Académico de Economía de la Universidad del Pacífico, anotó que es necesario un sistema de pensiones amigable al ciudadano, de manera que el ahorro sea más simple. “Deberíamos hacer divertido para el ciudadano el ahorrar, hacerlo sencillo y permitir a la gente ahorrar desde un sol y no poner montos mínimos. Por ejemplo, hacerlo fácil desde un aplicativo”. (
Por otro lado, para David Tuesta, presidente del Consejo Privado de la Competitividad, el sistema de pensiones es un reflejo de la economía. Así, se puede encontrar una correlación entre cobertura y suficiencia con datos de productividad laboral. La pensión a la que podemos aspirar está sujeta a la condición de productividad porque eso condiciona el financiamiento que se va a recibir.
Cobertura
Bernal anotó que la discusión siempre ha circulado sobre un sistema que cubre a pocas personas. El reto que tenemos como país radica en cómo incorporar a la población que trabaja, en su mayoría, en el sector informal y/o independiente. “Tenemos una primera semilla que es Pensión 65 que, si bien no es universal, a mediano y largo plazo podemos aspirar a que lo sea, introduciendo gradualmente a la población adulta”, aseveró.
Para Gutiérrez debería haber un sistema de colaboración público – privado.
“Aquí hay una oportunidad de establecer pilares que abarquen al total de la población que tal vez no tiene mejores oportunidades de vida pero que el Estado podría atender”. (
Mencionó, además, una experiencia que funciona en Inglaterra llamada “Sidecar Savings”, en la que el ahorro para la vejez se reparte en una suerte de “frascos”. Así, una persona puede ahorrar dinero en uno de los francos para contingencias de corto plazo. Cuando este frasco se llena, la persona puede empezar a ahorrar en otro frasco, dirigido al ahorro previsional.
“Este sistema podría introducirse dentro del pilar uno, como contributivo, que abogue por la multiplicidad y tipología de la población que tenemos, y un pilar que facilite ahorros extra para quienes tengan posibilidad de hacerlo. Pero debería ser transversal y que resuelva realmente la ansiedad por tener un bienestar a largo plazo”, concluyó.
Tuesta argumentó que, si se quiere plantear un sistema de reforma serio, se tiene que analizar y tener un compromiso claro respecto a cómo empezar a solucionar el problema base que es la informalidad, reconociendo el bajo nivel de productividad y las dificultades que tienen las empresas o segmentos de la población que participan del sector informal para ahorrar.
“Cualquier sistema que quieres plantear debería tratar de evitar incluir esquemas que terminen generando más informalidad”
Fuente: El Comercio