Lunes 07 de Octubre del 2024

[Entrevista] David Tuesta: “Una Constituyente podría ser una amenaza”

Publicado en Diario Perú21

“Cuál es el deslinde o qué tan separado está Pedro Castillo del ideario de Perú Libre es algo que todavía está en la nebulosa”, sostiene.

Alerta. Advierte que con una Asamblea Constituyente se suspende la inversión privada, además de que podría dar pie a que sea utilizada para una perpetuación del gobierno de turno.

Alerta. Advierte que con una Asamblea Constituyente se suspende la inversión privada, además de que podría dar pie a que sea utilizada para una perpetuación del gobierno de turno.

Sin resultados electorales oficiales todavía, el exministro de Economía y Finanzas David Tuesta advierte que los inversionistas se encuentran en un compás de espera. En ese contexto, dice, las afirmaciones del candidato presidencial por Perú Libre (PL), Pedro Castillo, quien insiste en una asamblea constituyente, no ayudan a calmar a los mercados. Conversamos con Tuesta antes de las declaraciones de Castillo, quien anoche, en un mitin, pidió al presidente del BCR, Julio Velarde, que continúe al frente de la institución.

Hay un clima de incertidumbre por la coyuntura electoral. ¿Qué tanto puede seguir afectando nuestra economía? ¿Se aliviará cuando se conozcan los resultados finales?

Se aliviará parcialmente. Parte de esta incertidumbre, que está recogida en las principales variables de corto plazo, como el tipo de cambio, la Bolsa, el riesgo país, recoge esta larga pugna por el tema de los votos. Se verá algún tipo de reflejo positivo en los indicadores, pero será una mejora parcial porque los mercados todavía están esperando que lleguen mayores señales de lo que va a hacer el gobierno de –ellos lo dan por descontado– Pedro Castillo. Los comentarios que ha venido dando su equipo económico, especialmente Pedro Francke, los han recibido positivamente.

Francke ha dicho que no se aplicaría el ideario de PL, sino un Plan Bicentenario que no contempla nacionalizaciones ni prohibir las importaciones. ¿Eso es suficiente para los mercados?

Es un primer paso y los mercados lo ven con simpatía, pero requieren más. Primero, que sea quizás un poquito más concreto de qué tipo de política van a aplicar. Está bien que se diga que se van a respetar los derechos de propiedad, que no va a haber estatización, que hablen de la independencia del BCR, pero falta ver qué ajustes van a realizar…

Francke se presenta como vocero económico, pero el partido no lo reconoce.

Efectivamente, y ahí va lo segundo. Ante los inversionistas sus mensajes pierden un poco de peso cuando se escuchan declaraciones contrarias. Cuando sale Vladimir Cerrón o una congresista electa y señalan que se ha votado por el ideario y que Francke es un invitado, eso le quita piso, y un tercer elemento es que Pedro Castillo no se manifiesta, no se le escucha salir a repetir lo que están diciendo los voceros y tampoco reafirma o niega lo que dice Cerrón.

Entonces, ¿qué tan válidos son esos mensajes “tranquilizadores” cuando quien es el candidato no dice nada y la otra cabeza, que es el dueño del partido, se pronuncia en contra?

Esas son las otras dos patas que faltan: cómo apoya Castillo abiertamente el programa económico y cuál es el deslinde o qué tanto está separado del ideario, eso todavía está en la nebulosa (…). No creo que Castillo diga “yo rompo con Cerrón”, pero lo menos que esperarían los mercados es que, aunque no termine de dar una declaración pública y firmada, en la práctica, su programa económico a partir del 28 de julio sea sensato. El cuarto elemento es cuál es el gabinete que se va a conformar.

¿Es factible realizar cambios en la política económica sin cambiar el capítulo respectivo de la Constitución, como lo ha señalado Francke?

Sí, se pueden hacer muchísimos cambios y esperemos que sean para bien. Por ejemplo, no necesitas un cambio constitucional para darles más amplitud a las funciones del Banco de la Nación; recordemos que esta entidad antes del gobierno de Alejandro Toledo no otorgaba préstamos a los funcionarios y ahora los da; fue toda una discusión y finalmente se incorporó el tema sin hacer ningún tipo de cambio en la Constitución. Pero acaba de centrar Ud. un tema que es el de la asamblea constituyente que van a tener que solventar claramente, porque eso sí podría convertirse en una amenaza institucional, porque cuando hablamos de eso, es muy difícil no pensar en la Asamblea Constituyente bolivariana que se hizo con Hugo Chávez, es decir, que se aproveche ese espacio para hacer cambios que no son necesariamente del capítulo económico, sino que están relacionados a la reelección del presidente, a la forma como se componen las instituciones y que, al final, pueden terminar en una perpetuación del gobierno de turno.

Perú Libre insiste en ese tema y eso ahuyentaría las inversiones porque, si no hay estabilidad jurídica e institucional, las reglas de juego se pueden cambiar en cualquier momento.

Totalmente. En el momento que incorpores el tema de la asamblea constituyente, pones en suspenso la inversión privada. ¿Yo, inversionista, para qué voy a invertir de acá a 5 o 10 años si no sé lo que va a pasar con esta Constitución? Eso es poner en suspenso todo. Va a ser muy difícil que digan no a la asamblea constituyente porque es parte de su campaña estelar. Más allá de lo que señale la campaña electoral, al final, no depende solamente de lo que diga el Ejecutivo, sino de la composición del propio Congreso, pero si insisten en ello y se emplean tácticas no democráticas, sin duda, eso va a significar un daño tremendo.

Pedro Castillo ha reiterado que insistirán en una nueva Constitución y ha dicho que si el Congreso trata de evitar esos cambios, va a movilizar a la gente a las calles y ese ya es un factor de inestabilidad.

Hay que entender qué significa movilizar a las calles, sobre todo cuando percibimos en las encuestas que no está definido que se quiera una asamblea constituyente. Esperemos que eso se maneje con responsabilidad, pero mientras tanto son ese tipo de mensajes los que no terminan de calmar al mercado.

¿Qué tanto puede seguir subiendo el dólar en una coyuntura en la que todavía no tenemos un resultado electoral oficial?

El dólar ha agarrado esta meseta de alrededor de 4 soles. De alguna manera ha respondido a la volatilidad y a la incertidumbre del mercado, pero también se ha estancado respondiendo con el beneficio de la duda a los mensajes de los voceros económicos. El valor del dólar, si no hubiera este tipo de incertidumbre, debería estar alrededor de 3.55 soles. No creo que baje a esos niveles, pero si esos elementos del gabinete, el mensaje del 28 de julio, se empiezan a manifestar con relativa sensatez, probablemente podamos verlo hacia 3.70 soles. Si cambia el mensaje que se ha venido dando, el dólar se empezará a disparar de nuevo.

¿Y puede haber un encarecimiento mayor en los precios de algunos productos que utilizan insumos importados?

Acá juega un poco el tema de la oferta y la demanda. Cuando empiezas a importar productos a un tipo de cambio mayor, por supuesto, tiene algún efecto, pero, por otro lado, tienes el tema de una demanda muy debilitada por la pandemia. Al final, estos efectos de precio –que sin duda se van a ir dando en algunos productos– no van a subir tanto porque tampoco se está demandando mucho (…). Los pilares económicos de sostenibilidad fiscal del Banco Central de Reserva de alguna manera permiten absorber estos shocks más allá de esta subida del tipo de cambio, pero si esto se hace persistente, no hay economía que resista y se puede generar un escenario de fuga de capitales.

El tema será ver concretamente qué medidas se toman al inicio del próximo gobierno porque de mensajes no vamos a estar dependiendo permanentemente y tampoco lo harán los inversionistas ni otros actores de la economía.

El mensaje es importante, pero tiene que confirmarse con la implementación de las políticas económicas, es lo que está por venir. Es como tener una baraja de cartas, te están enseñando algunas y hay otras ocultas. El inversionista está a la expectativa de cuáles son esas siguientes cartas que se van a abrir. ¿Cuál es ese gabinete que se va a formar? ¿Cuál es el discurso que van a dar el 28 de julio? ¿Cuáles van a ser los miembros del directorio del Banco Central de Reserva? ¿Quién va a dirigir la Superintendencia de Banca y Seguros? ¿Cuáles son las principales políticas? Los compromisos parecen estupendos, pero quedan muchas cosas por ver en la práctica.

¿La señal de quién será el ministro de Economía es suficiente o esos actores económicos buscan conocer quiénes integrarán el gabinete en su conjunto? ¿Qué perfil debería tener el próximo titular del MEF?

El ministro de Economía es muy importante y debe trasladar un mensaje de sensatez; ese debería ser el principal perfil, y que en la política que implemente esté como un claro pilar el respeto a los derechos de propiedad, del manejo estable de la política fiscal y su compromiso a coordinar adecuadamente con el BCR y a dejar de lado políticas de carácter intervencionista. Pero eso no será suficiente porque requieres finalmente jugar en conjunto. Si tienes un gabinete con gente que te va a estar petardeando, que va a mover los regímenes laborales, un Ministerio de Agricultura que quiere generar una protección que al final termina comprometiendo muchos de los acuerdos comerciales o un ministro de Transportes que quiere fomentar, de forma rara y no en función del mercado, determinados proyectos de inversión, vas a requerir que el gabinete esté correctamente compuesto; eso es también importantísimo.

¿En ese tema va a ser importante saber qué tanto campo de acción puede tener ese gabinete o titular del MEF y qué respaldo tienen de parte del presidente?

Eso es clave, lo digo por experiencia, es muy importante. Tiene que quedar bien claro desde el principio cuáles son las reglas y los compromisos de política económica entre el presidente y el ministro de Economía, y eso tiene que ser cumplido desde el inicio. Tiene que entenderse que ese mensaje que da el ministro es el mismo que el del presidente, no distinto; siempre hay que pensar que el líder de un gobierno no es el ministro de Economía, es el presidente.

¿Qué tanto puede seguir afectándose el empleo no solo por el efecto pandémico, sino por la coyuntura política? La informalidad ha aumentado…

El tema de la informalidad no se va a solucionar hasta que se termine de hacer un claro reconocimiento de que existe un mercado laboral fragmentado en el que todas las leyes están hechas para que pocos trabajadores entren a trabajar en el sector formal. Los costos laborales son altos. Casi el 70% cuesta un contrato laboral formal por encima del sueldo, solo las empresas grandes pueden hacer eso, las medianas y pequeñas ya se ven en problemas. Uno tiene que pensar un poquito mejor, con menos ideología. Los premios Nobel de 2019, Abhijit Banerjee y Esther Duflo, que son economistas más del lado de izquierda, piden justamente que los gobiernos de izquierda reconozcan que hacen daño a una economía manteniendo costos laborales altos…

Ahogar al empresario afecta la generación de empleo.

Efectivamente, porque la gran cantidad de empleo que uno debe intentar contratar está en la mediana y pequeña empresa. Por eso nunca entran a ser formales, no les interesa porque no le reditúa ni al trabajador ni al empleador. Se han perdido casi dos millones de empleos. En la mejor de nuestras épocas, cuando la economía estaba boyante, se generaban alrededor de 250 mil nuevos empleos al año. ¿Cómo vas a recuperar dos millones con un Plan Chamba o un plan de lo que fuere con ayuda pública? Es imposible.

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