La crisis sanitaria y económica ha golpeado fuertemente el empleo, y tras un año de pandemia, todavía sigue cayendo (aunque a menor ritmo).
En el trimestre móvil enero-marzo 2021, la población económicamente activa (PEA) ocupada fue de 4.1 millones en Lima Metropolitana. Es decir, 706,900 trabajadores perdieron su empleo durante el verano (-14.7%), respecto similar periodo el año anterior, según data del INEI. Salvo en la construcción (donde la creación de puestos de trabajo creció en 4.8%), el empleo se contrajo en manufactura, comercio y -principalmente- en servicios. En esta última actividad, y considerando que el turismo sigue frenado, se perdieron 599,400 empleos entre enero y marzo.
¿Empleos de calidad?
Cuando se desagregan las cifras, se obtiene que casi 2 millones de limeños tienen un empleo adecuado (laboran 35 horas o más en la semana y reciben ingresos por encima del ingreso mínimo referencial: alrededor de los S/ 1,000); pero más de 2.1 millones de trabajadores están subempleados.
En el primer caso (empleo adecuado), 942,200 trabajadores perdieron sus puestos de trabajo «de calidad» (-32.1%). En tanto, 235,200 (12.5%) se incorporaron al subempleo.
Lo que resalta es el incremento de trabajadores bajo subempleo por insuficiencia de ingresos (invisible), es decir, aquellos que trabajan 35 horas a más, pero sus ingresos son menores al valor del Ingreso Mínimo Referencial. En el verano, los subempleados invisibles sumaron casi 1.5 millones, es decir, 280,900 más que en similar periodo del 2020.
«La recuperación del empleo informal ha sido casi inmediata, tal vez no al mismo nivel pre-pandemia, pero hay un rebote importante, y esto es así desde el trimestre móvil mayo-junio del 2020. Dada la gran flexibilidad del sector informal, era esperable que se recupere este empleo, pero naturalmente en condiciones poco adecuadas, condiciones salariales menores, y eso definitivamente tiene correlato con el subempleo invisible», mencionó Miguel Jaramillo, economista senior del Consejo Privado de Competitividad.
Tasa de desempleo es el doble que la de etapa pre-pandemia
En el trimestre móvil enero-marzo 2021, la tasa de desempleo se ubicó en 15,3% en Lima Metropolitana, prácticamente el doble de la alcanzada en el verano del 2020 (7.8%).
En línea con la cuarentena focalizada de febrero pasado, esta tasa se aceleró por segundo trimestre móvil consecutivo (entre diciembre y febrero fue 14.5%). Tras un año de pandemia, el impacto del covid-19 todavía mantiene a un grupo de la población sin empleo, pero buscando activamente un puesto de trabajo: hay 742,500 personas desempleadas, un incremento de 82,8%.
De otro lado, la población económicamente inactiva (No PEA), que son aquellas personas que no tienen empleo, pero que tampoco lo buscan, aún crece a dos dígitos. Entre enero y marzo de este año, 3.1 millones de limeños estaban en esta condición (creció en 17.8%).
Para Miguel Jaramillo, economista senior del Consejo Privado de Competitividad, es necesario acelerar la vacunación e impulsar la creación de trabajo formal, porque estas personas podrían ser absorbidas por la informalidad.
Ingreso de jóvenes de 24 a 44 años cayó en S/ 225
El ingreso promedio mensual proveniente del trabajo en Lima Metropolitana se ubicó en S/ 1,552 entre enero y marzo de este año, es decir, se redujo en S/ 158.5 comparado con similar periodo del 2020, según información del INEI. Los trabajadores de 24 a 44 años fueron los más afectados: sus ingresos disminuyeron a S/ 1,637.3 (S/ 225.4 o 12.1% menos). Si bien son los que más ganan, es donde se registra la mayor caída respecto a los otros grupos de edad.
Un factor que está jalando los salarios hacia abajo es la informalidad, dado que los empleos informales se han reactivado con mayor velocidad, pero con remuneraciones más bajas.
Por nivel de educación, los salarios promedio solo crecieron entre aquellos que tienen educación superior universitaria, además, son ellos que reciben más ingresos: S/ 2,715, es decir, S/ 34.1 más.
En tanto, los más golpeados fueron los limeños con educación primaria y secundaria. En el primer grupo, sus salarios se redujeron S/ 205.2 y se ubicaron por debajo de la remuneración mínima; y en el segundo registraron un ingreso promedio de S/ 1,091, lo que representó S/227.5 menos. De otro lado, la masa salarial cayó en 26.7%, comparado con similar trimestre móvil del 2020.