En marzo del 2022 se retornará a clases presenciales. Aunque se deben atender varios pendientes para que sea un retorno óptimo, en este caso, Gestión revisó la data sobre el avance de la inversión en infraestructura educativa de este año.
El Ministerio de Educación (Minedu) tiene asignado para proyectos vinculados a colegios S/ 1,123.4 millones este año, de los cuales ha devengado S/ 743.5 millones (al 9 de diciembre), según data de Transparencia Económica del Ministerio de Economía (MEF). Esto quiere decir que a días de culminar el año, aún quedan S/ 379.9 millones sin ejecutarse.
Una de las unidades ejecutoras importantes del ministerio es el Programa Nacional de Infraestructura Educativa (Pronied), el cual aún tiene por ejecutar, en menos de un mes, S/ 156.9 millones.
En detalle, hay 70 proyectos que cuentan con un presupuesto institucional modificado (PIM), pero en los que no se ha ejecutado ni un sol. Se trata de mejoramiento, ampliación, intervenciones de reconstrucción
mediante inversiones, entre otros.
Por ejemplo, para la ampliación y mejoramiento de la infraestructura educativa en la I.E. N° 20436 Rosa Suárez Rafael, en Piura, se cuenta con casi S/ 4 millones, pero no se ha devengado nada
Aparentemente, entre el 2016 y 2019 -previo a la pandemia- el Pronied registró un desempeño favorable porque ejecutó casi el 90% de su presupuesto para proyectos. Pero hay un detalle: en todos esos años el PIM fue menor al presupuesto institucional de apertura (PIA), incluso hasta en un 66% (ver tabla).
“En términos de tendencia, Pronied ha ido ejecutando cada vez menos recursos, no solo por la pandemia, sino en general desde el 2017 no ha dejado de reducirse la cantidad de recursos que ejecuta en inversión pública. Este año cerrará en alrededor de S/ 280 millones”, indicó Camilo Carrillo, economista senior del CPC.
Alternativa. Para Camilo Carrillo, el Estado debería apuntar a otorgarle los proyectos más grandes -como algunos Colegios de Alto Rendimiento (COAR)- a la Autoridad de Reconstrucción con Cambios. Y, agregó, se tendría que apostar por una real descentralización para que la infraestructura educativa de menor envergadura la realicen gobiernos subnacionales.