Se respiran vientos tranquilos en la pampa baja de Majes, en Arequipa, luego de dos meses de espera. El viernes 25 de febrero, el Consejo Regional de dicho departamento aprobó la adenda 13 del contrato de concesión del proyecto agrario Majes Siguas II. Antes de que se suscriba oficialmente, la entidad deberá tratar un pedido de reconsideración de la votación. De desestimarse el mencionado pedido, la firma de la adenda, que modifica el sistema de riego del proyecto, podría darse este mes.
Según el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), solo está pendiente de que se eleve la adenda al Gobierno Regional de Arequipa (GRA) para que este la suscriba en conjunto con el concesionario Angostura Siguas, de propiedad de la empresa española Cobra. “[Esto] debería ocurrir en el mes de marzo de este año”, afirmó la cartera en un comunicado dirigido a El Comercio.
Asimismo, el MEF indicó que, una vez suscrita la adenda, se reiniciarán las obligaciones del concesionario, reanudando las obras paralizadas de la fase 1 (como la conclusión de la presa Angostura), mientras que las obras de la fase 2, es decir, las que incluyan el cambio tecnológico, iniciarían el 2023.
La adenda 13 elevará la inversión total del proyecto, de US$550 millones a US$654 millones. Además de extender la frontera agrícola de la región en 38.500 hectáreas. Las obras del mismo se encuentran paralizadas desde diciembre del 2017.
El último paso para que el GRA suscriba la adenda se dará este martes 8 de marzo. En dicha fecha, el Pleno del Consejo Regional de Arequipa confirmaría la inadmisibilidad del pedido de reconsideración solicitado por cuatro consejeros que se oponen a las modificaciones del proyecto. Según el reglamento interno de la entidad, una reconsideración solo puede ser admitida si es firmada por un tercio del “número legal” de consejeros, es decir, por cinco de ellos.
El asesor legal de la presidencia del Consejo, José Lumi, envió un informe al presidente de esta institución, José Luis Hancco, indicando que el pedido “debe rechazarse de plano” y ser “declarado improcedente al no haberse completado las cinco firmas de los consejeros regionales que se necesitan para presentar la reconsideración al acuerdo”.
En base a esto, Lumi recomendó que el Pleno del Consejo se pronuncie sobre la improcedencia del pedido. “El Consejo no puede admitir a trámite el pedido de reconsideración que carece de la formalidad”, explicó Harberth Zúñiga, consejero regional que presentó el dictamen que aprobó la adenda 13.
No obstante, Elmer Pinto, consejero regional, tiene una opinión distinta. “Lo del reglamento es cierto, pero existe un acuerdo que suspende de manera indefinida a cuatro consejeros. […] Por lo tanto, el Pleno del Consejo Regional de Arequipa está conformado por diez consejeros y un tercio está representado por cuatro de ellos”, afirmó a este Diario el 1 de marzo, día en que presentó la reconsideración. El Comercio buscó su versión luego de la emisión del informe legal, pero no se obtuvo respuesta.
Según Zúñiga, el martes se presentará la opinión técnica, el Consejo desestimará la reconsideración y elevará la adenda a la presidencia del GRA.
El miércoles 2 de marzo, la Autoridad Autónoma de Majes (Autodema) dio una conferencia de prensa confirmando que el proceso para la reactivación del proyecto era positivo. Arturo Arroyo, su gerente ejecutivo, indicó que los plazos del reinicio de las obras y de su entrega se adaptarán a los avances del destrabe. “Todos los plazos se restablecerán. Es decir, se va a empezar desde cero”, sostuvo.
Desde la suscripción de la adenda, se iniciará el plazo de seis meses -que pueden ser ampliados a nueve- para que el GRA entregue el control del proyecto a Angostura Siguas. Asimismo, para que esto se haga efectivo, la entidad debe tomar posesión y sanear terrenos en Pusa Pusa y Terucamarca, sectores en los que se cosecharán los cultivos.
“Son tierras de pastoreo donde hay gente que las ha ocupado, pero la gestión está muy avanzada. En Pusa Pusa faltan dos parcelas, una para expropiar y una en trato directo. En Terucamarca solo hay posesión pacífica, por lo que el GRA debe plantear la compensación o reubicación de estas personas”, afirmó Zúñiga. El consejero añadió que incluso podrían entregar el control del proyecto antes del plazo máximo.
La demora en la entrega del proyecto es uno de los motivos por los que Angostura Siguas solicitó la caducidad del contrato de concesión el 11 de enero de este año. Otras razones eran la imposibilidad del GRA de garantizar el financiamiento de este y la falta de aprobación de la adenda 13.
“No creo que Cobra continuará con el procedimiento de caducidad porque la viabilidad de la adenda ya está confirmada y si el Consejo desestima la reconsideración, se debería proceder con los nuevos plazos que establece el contrato”, indicó María Luisa Peña Hartog, associate partner de EY Law.
“Si con la suscripción de la adenda se ha cumplido lo que buscaban ambas partes, tiene sentido que se pongan de acuerdo en terminar las disputas antes de la caducidad y antes del reinicio de las obras”, afirmó Ronald Fernández Dávila, socio del estudio Philippi, Prietocarrizosa Ferrero Du & Uria.
Otro plazo que establece la adenda es que una vez el concesionario tenga el control del proyecto, tendrá seis meses -que pueden ampliarse a nueve- para presentar su nuevo cierre financiero.
Una vez reiniciadas las obras de Majes Siguas II, se dará un impulso a la economía de Arequipa. Para Camilo Carrillo, economista principal del Consejo Privado de Competitividad, durante los próximos tres años la producción directa e indirecta relacionada con el proyecto podría llegar a los US$3.500 millones.
“Estos US$3.500 millones están compuestos por las obras de Majes en sí mismas, que son US$654 millones; en la compra de tierras hacia el Estado [las tierras de cultivo de Majes Siguas serán subastadas], que son US$400 millones; en las inversiones privadas en desarrollo agrícola, en convertir la tierra en tierra productiva, que son US$1.500 millones más; y a ello se le suman US$1.000 millones de inversión en las dos hidroeléctricas que ya están aprobadas”, detalló.
Además de esto, Carrillo resaltó el valor agroexportador que tendrán estas tierras una vez comiencen a producir.
“Vas a tener cerca de US$1.340 millones generados al año. US$1.155 corresponden a la producción agroexportadora, es decir, todo lo que vas a exportar cada año en uva, pimiento, cebolla, etc. Además, vas a vender agua, por lo que generas US$35 millones. También vendes energía porque las dos hidroeléctricas que se generan con la caída del agua producirán US$150 millones al año”, añadió.
La aprobación de la adenda 13 del contrato de concesión de Majes Siguas II no estuvo libre de polémica. El viernes 25 de febrero, luego de más de tres horas de debate, el Consejo Regional de Arequipa la elevó a votación. El resultado final dio cinco votos a favor y cinco en contra. El voto dirimente recayó en José Luis Hancco, quien cambió de postura y decidió aprobar la adenda.
Según los especialistas consultados, el tono del debate, más pasional que técnico por momentos, y los cambios repentinos de postura, demuestran una fragilidad estructural para poder asegurar la inversión de grandes proyectos.
“El Consejo estaba decidiendo sobre una adenda que el Gobierno Regional ya había aprobado en 2018. O las autoridades desconocen de lo que están hablando o no tienen los antecedentes de su propia región. Que traten de corregir o que quieran demorar porque hay cuatro consejeros presos [por el caso ‘Los Hijos del Cóndor’, que también implica al exgobernador regional Elmer Cáceres Llica], [quiere decir] que la institución no está manejando la situación como amerita”, Peña Hartog.