En el sector servicios se perdieron 709,400 empleos. Le siguieron comercio (206,500), manufactura (171,600) y construcción (109 mil). Miguel Jaramillo indica que algunas empresas que inicien en fases como la 2 o 3 podrían recibir mayores recursos de programas como el FAE.
Los trabajadores de las micro empresas fueron los más afectados por la reducción de empleos en el trimestre de febrero a abril, periodo en el que se perdieron más de 1.2 millones de puestos laborales. Tres de cada cuatro personas (75%) que dejaron de trabajar pertenecían a una micro empresa.
Fuente: Perú 21
En total se perdieron 912,700 empleos a nivel de las mypes en el referido periodo, que incluye 46 días de cuarentena. Para el economista principal del Consejo Privado de Competitividad, Miguel Jaramillo, el resultado es preocupante y desalentador, pero debe analizarse considerando la informalidad, que compromete entre el 50% y 70% de las personas afectadas.
“Ayer (al ser encuestados por el INEI) ellos pudieron decir que estaban inactivos, pero mañana pueden salir porque su economía familiar ya no da para más. También podrían incorporarse a una actividad laboral formal”, explica.
La mayor parte de la pérdida de empleos se encontró en los sectores servicios, comercio, construcción y manufactura.
Un gran problema para estos negocios e incluso los más grandes, según Jaramillo, es la poca articulación entre la reactivación económica y la entrega de los créditos de Reactiva Perú y el Fondo de Apoyo Empresarial Mype (FAE).
“Las empresas que ya reanudaron actividades o están en fase 1 y que se fondearon con créditos del FAE, podrían cubrir su flujo de caja (inactivo por la cuarentena). ¿Pero qué pasa con las que están en fase 2 o 3? Ahí debería haber un calce para que las empresas de la fase 3 puedan sobrevivir y el efecto sobre el empleo no sea tan negativo”, advierte.